martes, 2 de noviembre de 2010

Sus ojos se cerraron... pero guarda que los nuestros están abiertos

Hoy se me vino a la mente ese pedazo de tango de Alfredo Le Pera, “Sus ojos se cerraron” pero principalmente en esos tres versos que dicen:

Yo sé que ahora vendrán caras extrañas,
con su limosna de alivio a mi tormento,
todo es mentira, mentira es el lamento,
………………………………………

No fue porque tenía ganas –como siempre tengo- de susurrar un tango para que me acompañe durante todo el día, sino que lo que más se me vino al balero fueron únicamente esos tres versos cuando pensé en esa frasecita socarrona que desde el fallecimiento del compañero Néstor Kirchner, anda rondando los círculos más conspicuos de la melange política argentina: “ahora el peronismo se tiene que unir…” o “hay que unificar al peronismo” o cosas por el estilo. Al peronismo, compañeros, ya lo unieron Perón, Evita, Néstor y Cristina y no a través de una unidad electoralista, nos unieron detrás de un Proyecto Nacional y Popular que no es otro que el fundacional de nuestro Movimiento. Aquellos que ya declararon no compartirlo, es así, no lo comparten y a todos nos ha quedado muy claro esto. La unidad del peronismo ya lo mostró el Pueblo en la Plaza yendo a saludar y a demostrar que está con la “causa peronista” es decir que está con la compañera Cristina, única conductora de nuestro Movimiento y de los destinos de nuestra Patria.

A ver si los dirigentes entre comillas, pueden llegar a creer que en el Peronismo pertenecer es lo mismo que ir a Bailando por un Sueño, no se equivoquen muchachos, lo dijo muy claro la compañera Cristina cuando diferenció entre lo que es el dolor y lo que son las dificultades. Cristina es una “militante” de toda la vida, ella será capaz de entregar su propia existencia por defender las banderas que defendió y enarboló toda su vida, aquí no estamos hablando de ningún improvisado en la política, aquí no estamos hablando de los Reuteman’s, Palito’s, Macris’s, Alika’s y otros tantos’s que vinieron al peronismo en busca del poder por el poder mismo, y no porque los haya movilizado ninguna ideología, ni siquiera algún sentimiento de querer resolver algo, aquí estamos hablando de un peronismo transformador, con coraje, con ideología, con principios, con convicciones, con lucha y con mucho amor al pueblo que más necesita.

Qué te pasa Macri, estás nervioso? Sabés qué? La política es confrontación “tarado”, la política se hace con convicción y desenfreno porque es para mujeres y hombres que tengan bien puestos los ovarios y los huevos, la política no es para nenes bien como vos que te criaste en cuna de oro gracias a la guita que tu viejo le afanó al Estado. Esto no es como jugar al póker por internet, es otra cosa… Despertate “chitrulo”, sabés qué? Hasta que haya un solo pibe sin morfar, vamos a hacer política confrontativa, sobre todo con los de tu calaña que fueron siempre los que se llenaron los bolsillos a costa de ese pueblo que hoy dicen defender.

La única unidad que hoy contemplamos los que estamos comprometidos con el modelo de país que plasmaron Néstor y Cristina, es la “Unidad de Concepción” como nos enseñó Juan Domingo Perón, es decir, la unidad de concepción que está en la teoría y en la doctrina; y la otra unidad por la que luchamos es la “Unidad de Acción” que radica en la buena conducción del conjunto de esta doctrina y de esta teoría. Como decía el “viejo”: “Vale decir que se trata de poner en marcha no solamente la idea, para que ella sea difundida, sino la fuerza motriz necesaria para que esa idea sea realizada, que es lo que interesa”

Si vos Duhalde, Solá, Rodriguez Saa, quieren unirse, como dice Alf: “no hay problemas…” únanse, suban al último vagón de este tren que partió en el 2003 y al cual no quisieron subir porque no entendieron por dónde se subía, o se bajaron a mitad de camino porque les daba vértigo las curvas. Lean un poco más a Perón y a Evita, contemplen al Pueblo, entiendan sus necesidades, y obren en consecuencia.

Las convicciones de Néstor siguen dentro de la Casa Rosada, nadie las entregó ni las vamos a entregar. Es el resurgir de la “Hora de los Pueblos”, hacia allá vamos, levantando nuestras banderas, con la juventud, con los humildes, con un pueblo de pie que no le va a permitir a nadie que le pateen el castillo de ilusión, de fe y esperanza que se ha levantado en sus corazones de manera de no bancar que se dé ni un solo paso atrás en el camino hacia la grandeza de la Nación y su definitiva felicidad.



Hasta la Victoria Final!!!!





Mario Ranero (Primero de Noviembre de dos mil diez)
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