sábado, 11 de julio de 2009

Reflexiones I

Presiento que vienen horas interesantes dentro del campo nacional y popular donde habrá que definir estrategias que nos conduzcan a no perder la conducción. Nosotros sabemos muy bien hasta dónde son capaces los grandes intereses cuando se les toca el órgano más sensible del ser humano como decía Perón.

Nosotros hemos cometido errores, no lo podemos negar, pero sepamos que si hay tantos ladridos en los sectores del poder económico es porque estamos cabalgando en buen sentido, lo que pasa es que las ideas pueden ser maravillosas pero si en su implementación no actuamos políticamente vamos por mal camino.

Hoy se palpa un déficit dirigencial más que preocupante. Estamos sintiendo las consecuencias de la falta de formación de cuadros políticos y políticos-técnicos durante muchos años. Esto hace que en la medida que se nos muere un cuadro formado en la resistencia o en la década del setenta no tenemos la posibilidad de reemplazarlo y esto es un deterioro enorme que se siente a la hora de la estrategia o de la táctica política.

Nosotros no podemos ni debemos olvidar que en los años de la última dictadura nos desaparecieron treinta mil compañeros dirigentes con una férrea formación en la casi totalidad de los casos, es decir que hoy esos compañeros debieran ser los que tendrían la responsabilidad de la conducción de las estrategias políticas. Ahora bien, esos compañeros desgraciadamente ya no están entre nosotros y, si a eso le sumamos que se han infiltrado una importante cantidad de "dirigentes" -entre comillas- que no tienen ni la más pálida idea de lo que es no solo la política sino que ni siquiera tienen idea de lo que significa gobernar o gestionar políticas públicas, entonces insisto en que, como dicen los chicos, estamos en el horno mal!

Ante todo me parece digno, lógico y necesario hacer la mea culpa de lo que está pasando. A mí no me trajo una nave galáctica y me depositó en la tierra para verificar si el año 2000 nos encontró unidos o dominados, no… yo soy parte de esa generación cuyo tercio se quedó en la casa porque venía muy desgastada de los '70 y no quiso más lola, otro tercio jugamos todas las fichas y nos bancamos los embates de los '80 y los '90 y, por lo menos en mi caso, nos desgastamos, nos cansamos, nos pudrimos, nos hastiamos y todos los calificativos que en un mismo sentido les quieran poner. Y está el otro tercio que aún la sigue peleando y entre ellos hay quienes siguen pero que nunca la pelearon y lo que hacen es subsistir en un sistema que al menos le da una entradita como para parar la olla.

En el medio nos metieron desde "tocadores de guitarras" con voz mortecina, hasta excelentes motonautas y corredores de Fórmula 1 que hoy nos vienen a decir cómo se hace para llevar el peronismo a la victoria o pretenden conducirnos desde el peronismo…

Compañeros, yo no tengo el peronómetro ni parece que es tiempo de ponerlo a funcionar, pero no me jodan… a esta altura del campeonato si me van a hacer el amor –como decía un compañero y amigo- primero quiero que me den un beso. El movimiento es amplio sí, pero nunca lo suficiente como para que cualquiera se ponga la camiseta, salga a la cancha y uno no sepa para qué arco va a patear…

Esto ya no se resuelva ni mañana ni pasado, esto nos va a llevar años pero alguna vez hay que volver a empezar –como escribía Lerner- y volver a empezar entre otras cosas significa que tenemos que volver a armar el semillero con la juventud, hay que prepararlos técnicamente, pero fundamentalmente políticamente. Queremos cuadros que piensen en políticas públicas que beneficien a nuestra sociedad, pero también queremos que esos cuadros tengan la ductilidad política necesaria para ejecutar acciones que obedezcan a esas estrategias pero que lo hagan con política, no como quien tira m…. al pozo.

Miren… en la década del '90 el sistema puso acelerador a fondo y una de las paredes que pretendió –y en parte lo logró- tirar abajo, fue la de la política. Quién puede olvidar el Que se vayan todos del 2001 o aquellos advenedizos que llegaban a la política con el funesto argumento de que ellos no eran políticos. ¿Recuerdan eso? La frase más común era: "Yo me presento a Diputado Nacional pero quiero aclarar que YO NO SOY POLITICO" Decían no? Esto es más o menos como que yo me presentara en el quirófano de un hospital cuando está la paciente a punto de ser operada con los cirujanos e instrumentista a su alrededor y diga: "Señores yo voy a operar pero quiero aclarar que YO NO SOY CIRUJANO!!" ¿Cómo se puede concebir que una persona pueda ser tan contradictoria y tan hipócrita? Ahora, estar están eh? Los vieron? Hoy son Diputados, Senadores, Funcionarios, etc., etc., obvio gracias a la Política pero renegando de ella.

Yo fui funcionario la mayor parte de mi vida. Desde muy joven me dediqué al ámbito municipal, aunque en varias oportunidades lo hice en la provincia de Buenos Aires y ahora último tuve una experiencia muy rica en la Cámara de Diputados de la Nación. Soy militante de UB (para los guitarreros, motonautas y corredores les aclaro que UB en nuestra jerga significa Unidad Básica), tuve una Agrupación que se llamaba Restauración Peronista, participé fuertemente en la Renovación Peronista que encabezaba el compañero Antonio Cafiero y que fuimos los primeros que jugamos en las elecciones generales por fuera de la estructura partidaria que se encontraba "copada" por el Herminismo y no nos daban la posibilidad de participar en la interna, pero las cosas eran muy diferentes a como son en la actualidad. Por empezar había algo que nos mantenía las veinticuatro horas del día (y a la noche también como diría Herminio Iglesias) y eso se llamaba mística. Teníamos una causa por la que luchar y por ella hacíamos lo que la conducción nos decía que teníamos que hacer, cualquiera sea esa acción, es más, había acciones que hasta ni siquiera se podían preguntar sus motivos. Eso sí, sabíamos que si se nos pedía una acción esa acción era para favorecer a la causa, no para boludear ¿se entiende?

Otra de las cuestiones que también había era la comunicación entre la conducción y los cuadros medios y territoriales. La conducción máxima todos los días jueves se reunía con los referentes de los distritos y les "bajaba línea", es decir, se discutían las estrategias a seguir y, una vez consensuadas (o no) se decidía que se iba a hacer. Esos referentes luego iban al distrito correspondiente el viernes, se juntaban con los cuadros territoriales y bajaban la información y las directivas que impulsaban las acciones que había que llevar a cabo en aras del o de los objetivos. Es decir que cuando había que llevar adelante una acción o salir a rebatir un argumento de la contra, nosotros sabíamos perfectamente qué teníamos que hacer o decir. Yo comparo esta metodología con la de ahora, en donde no existe esa comunicación, y me doy cuenta porque –entre otras cosas- fracasamos con el campo. Los militantes, al no tener información, tenían que ir a discutir con los del campo en base a la información que recogían de los medios que, para colmo, todos pateaban en contra.

Ya en próximos artículos quisiera que intercambiáramos alguna opinión sobre el rol de la militancia, sobre todo a partir de la década de los 90 donde el sistema, a través del dinero, comenzó a financiarla haciendo que fuera perdiendo paulatinamente eso que Perón denominaba el oleo sagrado que no era otra cosa que la mística de la que hablamos. ¿Esto fue producto de la casualidad u obedeció a un plan siniestramente pergeñado? ¿Favoreció a la militancia más allá de lo que algunos individualmente se puedan haber visto beneficiados en forma particular? Creo que a ese momento podemos señalarlo sin temor a equivocarnos como un antes y un después en la historia de la militancia, lo que para mí representa un antes y un después en la historia de la Revolución.


Hasta la próxima.
Un abrazo peronista!!

Mario Ranero

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